¿Los agricultores han reducido el agua necesaria para el cultivo de almendras?
No fueron solo las sequías recientes las que llevaron a los agricultores de almendras a centrarse en la conservación del agua: hemos estado trabajando en ello durante décadas. Las investigaciones financiadas por los agricultores en la década de 1980 evaluaron si un método de riego entonces nuevo, la microirrigación, podría funcionar en los huertos de almendras. Al dirigir el agua directamente a las raíces de los árboles en lugar de inundar campos enteros, esta nueva estrategia conservó agua e incrementó la producción. Hoy en día, más del 80% de los huertos de almendras en California utilizan la microirrigación,5 casi el doble que todos los huertos de California en general.6
Como resultado, entre los años 1990 y 2010, los agricultores de almendras en California redujeron en un 33% la cantidad de agua utilizada para cultivar almendras.7 En 2018, se plantearon el objetivo de lograr una reducción adicional del 20% en el uso de agua hacia finales de 2025, meta que se alcanzará con herramientas innovadoras como medidores de humedad del suelo y programación precisa, además de prácticas regenerativas como mejorar la calidad del suelo para aumentar su capacidad de retención de agua. En 2022, los agricultores ya habían cumplido tres cuartas partes de ese objetivo.8